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En una entrevista concedida a la cadena NBC, el presidente electo de los Estados Unidos, Donald Trump, anunció su intención de poner fin a la ciudadanía por derecho de nacimiento. Este derecho, garantizado por la Constitución estadounidense, establece que cualquier persona nacida en territorio estadounidense adquiere automáticamente la nacionalidad del país.
Para lograr este objetivo, Trump deberá impulsar una reforma constitucional, un proceso que implica la aprobación tanto del Congreso como de los estados, un camino que históricamente ha demostrado ser largo y complejo.
El presidente electo subrayó que este cambio forma parte de su plan más amplio para endurecer las políticas migratorias de su administración. Trump ha reiterado su postura de que las leyes actuales han sido demasiado permisivas y deben ser revisadas para proteger los intereses del país.
La propuesta ha generado un intenso debate en los Estados Unidos, con opiniones divididas entre quienes apoyan un cambio en las políticas migratorias y quienes consideran que la medida podría violar derechos fundamentales consagrados en la Constitución.
