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La violencia digital dirigida a mujeres que ocupan cargos políticos continúa en aumento, según revela un reciente estudio del Observatorio de Comunicación Digital, el cual analizó los patrones de hostigamiento en línea con base en metodologías y referencias de informes de Naciones Unidas.
El informe establece que las agresiones digitales se concentran en diputadas, ministras y otras figuras públicas, y suelen intensificarse tras sus declaraciones o posturas en temas sensibles. El análisis categorizó los ataques en cuatro tipos principales: amenazas a la integridad (38%), burlas al físico y edad (33%), escarnio a propuestas políticas (15%) y comentarios que refuerzan roles tradicionales de género (14%).
La forma más común de violencia digital son las amenazas, muchas de ellas como reacción inmediata a posiciones políticas que contradicen al Poder Ejecutivo. Otro patrón recurrente es la utilización de memes y burlas relacionadas con la apariencia o la edad de las mujeres en cargos de representación.
La diputada del Partido Liberación Nacional, Dinorah Barquero, fue la figura más atacada durante el periodo analizado. Un 61,4% de los comentarios sobre ella fueron negativos, y un 43,1% se clasificaron como violencia digital. La discusión viral con el diputado Fabricio Alvarado, las menciones reiteradas del presidente Chaves en conferencias de prensa, y los insultos de otros legisladores —como ser llamada “bruja” o “Reina de las Mentiras”— intensificaron las agresiones.
En segundo lugar, la diputada Johanna Obando acumuló 59,3% de comentarios negativos, con un 33,8% calificados como violencia digital, luego de responsabilizar públicamente al presidente Chaves por la pérdida de su visa estadounidense, además de interponer una denuncia penal en su contra.
La lista la completan las diputadas Gloria Navas, Sofía Guillén y Rosaura Méndez, quienes también enfrentaron un alto volumen de comentarios violentos, motivados por posturas políticas, discusiones en el plenario y hechos viralizados en redes sociales. Por primera vez desde que se publica este informe, la oficialista Pilar Cisneros no figura entre las más atacadas.
El Observatorio concluye que la violencia digital en espacios políticos no solo afecta la integridad de las mujeres líderes, sino que también socava la participación democrática. El estudio alerta sobre la urgencia de mecanismos de protección, así como de una discusión pública sobre los límites del discurso en entornos digitales.