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El director del Organismo de Investigación Judicial, Randall Zúñiga, fue el invitado en el programa «Nuestro Programa» de Trivisión, conducido por David Patey, Jerry Alfaro y Guillermo Vásquez.
El director del OIJ expresó su desconcierto por el veto presidencial a la ley que permitiría a los agentes armados de esa institución jubilarse a los 55 años. La propuesta ya había sido aprobada en dos debates por la Asamblea Legislativa sin una sola moción en contra.
«Esto me sorprende mucho, porque el oficialismo tuvo varias oportunidades para oponerse en el proceso legislativo y no lo hizo», expresó Randall.
Según explicó, los agentes del OIJ trabajan bajo condiciones mucho más exigentes que otros funcionarios públicos. «Un agente del OIJ trabaja 60 horas semanales, lo que equivale a 3.000 horas al año. Un empleado público común trabaja 2.000. Es como si un investigador judicial completara 70 años laborales cuando llega a la edad de retiro«, aseguró.
Además, aclaró que estas horas extra no se pagan de forma proporcional y que las condiciones actuales fueron establecidas por resoluciones judiciales de hace más de 20 años.
Ante el cuestionamiento sobre la legalidad de trabajar 12 horas diarias, Randall Zúñiga afirmó que hay una excepción constitucional respaldada por la Sala IV, que justifica las jornadas extendidas del OIJ.
El fondo de pensiones del Poder Judicial se mantiene sólido, a diferencia del IVM
Uno de los puntos que más polémica ha generado es por qué los agentes del OIJ no se integran al régimen de pensiones del IVM, administrado por la Caja Costarricense de Seguro Social.
Zúñiga fue claro en su respuesta: «El fondo de pensiones del Poder Judicial tiene una razón de solvencia del 96,67%. El del IVM apenas llega al 56% y se proyecta que entre en crisis en las próximas décadas.»
Añadió que, a diferencia de otros funcionarios públicos, los agentes del OIJ cotizan un 13% de su salario al fondo, incluso después de jubilarse, y que «no se puede hablar de igualdad cuando no la hay».
Zúñiga insistió en que la ley busca reconocer el desgaste físico y emocional que implica ser investigador judicial, y que negar esa diferencia es una forma de invisibilizar el sacrificio de quienes combaten el crimen organizado desde adentro.
«Un funcionario del OIJ trabaja 126 mil horas en su vida laboral, mientras que un empleado público promedio trabaja 83 mil. Ya cumplieron su tiempo, aunque tengan 55 años».
Esta entrevista reveló un fondo de pensiones con respaldo técnico pero bajo un fuerte escrutinio público. Mientras el OIJ insiste en su excepcionalidad laboral y su solvencia, el resto del país cuestiona la justicia de seguir financiando un sistema aparte en tiempos de crisis fiscal.
¿Equidad o privilegio? Es el debate que se vive en Costa Rica.
