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La defensora de los derechos humanos, Angie Cruckshank, es quien vela por la promoción y protección de los derechos de los costarricenses a nivel internacional. Sin embargo, sus constantes viajes al extranjero son cuestionados, ya que durante su gestión ha realizado un notable total de 11 viajes oficiales en apenas 18 meses de ejercicio.
La Defensora de los Habitantes de Costa Rica ha realizado numerosos viajes internacionales, lo que ha generado dudas sobre su financiamiento y necesidad. Según la defensora, la Defensoría no cuenta con presupuesto propio para estos viajes, por lo que depende de la cooperación externa. Los viajes, realizados en solitario por falta de recursos, incluyen la participación en foros internacionales sobre temas como migración y cambio climático.
La defensora ha defendido la importancia de estos viajes, señalando que son necesarios para cumplir con las obligaciones internacionales bajo los Principios de París, que guían a las instituciones de derechos humanos a nivel global. Además, mencionó que su solicitud de nombrar a un Defensor Adjunto para cubrir las labores nacionales en su ausencia fue rechazada por la Asamblea Legislativa, lo que la obliga a equilibrar sus responsabilidades locales e internacionales.
Los críticos han señalado la falta de informes sobre estos viajes en el sitio web de la Defensoría, algo que, según la defensora, ya se está corrigiendo. Ella considera que las críticas se deben a un malentendido sobre el papel de la institución en la promoción y cooperación internacional en materia de derechos humanos.
Si mantiene este ritmo, la defensora habrá realizado entre 24 y 28 viajes al finalizar su mandato en 2025.
