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En Alajuela, específicamente en el barrio El Carmen, se vive una tradición muy especial que ha ganado reconocimiento desde hace cinco años: se trata de la colorida decoración de las calles con los colores nacionales para recibir el paso de la antorcha de la independencia.
Este evento, que ya es una tradición bien establecida, se ha convertido en un símbolo de identidad cultural local y de cohesión comunitaria.
Para llevar a cabo esta actividad tan significativa, cerca de treinta vecinos se unen en un esfuerzo colectivo, organizando diversas actividades que les permitan recaudar los fondos necesarios. Estas donaciones son esenciales para adquirir y mantener las decoraciones que engalanan las calles del barrio, creando un ambiente festivo y patriótico.
La logística de la instalación de las decoraciones requiere un proceso minucioso que toma aproximadamente de doce a catorce días. Este trabajo cuidadoso comienza a finales de agosto, asegurándose de que todo esté listo para las grandes celebraciones que tienen lugar el 7 y 8 de septiembre.
Durante estas festividades, el apoyo de la municipalidad es crucial, permitiendo y facilitando una variedad de actividades culturales que enriquecen la experiencia comunitaria.
Entre estas, destacan las danzas folclóricas, que llenan las calles de ritmo y tradición, así como música que resuena en el corazón de todos los asistentes, y las ventas de comidas típicas que deleitan a visitantes y residentes por igual.
El evento culmina con gran emoción cuando la antorcha finalmente llega al barrio. La celebración se cierra con un animado baile comunitario, una expresión de alegría y gratitud por otra exitosa realización de esta tradición que no solo celebra la independencia del país, sino que también fortalece profundamente los lazos entre los miembros de la comunidad.
