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El presidente electo de los Estados Unidos, Donald Trump, ha anunciado que Elon Musk estará a cargo de un nuevo proyecto llamado «Departamento de Eficiencia Gubernamental». Aunque no se trata de un departamento oficial dentro del gobierno, este equipo busca optimizar la gestión gubernamental mediante ideas innovadoras y el enfoque característico de Musk en eficiencia y tecnología.
El papel de Musk será el de un asesor externo de la Casa Blanca, proporcionando su experiencia y asesoramiento sin formar parte de la estructura gubernamental. Esta decisión busca transformar la forma en que se manejan los recursos y procesos gubernamentales, con un enfoque en reducir la burocracia que Trump considera un obstáculo para la productividad.
Este anuncio ha generado un gran interés en el ámbito político y empresarial, especialmente entre aquellos que consideran a Musk un pionero en innovación y gestión de recursos. Sin embargo, también hay quienes cuestionan el impacto real de su participación, dado que no ocupará un cargo oficial dentro del gobierno.
La noticia subraya el interés de Trump en reducir el peso de la burocracia en la administración pública y en promover la participación de líderes empresariales en roles consultivos, lo cual ha generado opiniones diversas sobre los límites entre el sector privado y el gobierno.
