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En una reciente entrevista con la periodista Evelyn Fachler, el presidente de Costa Rica, Rodrigo Chaves, abrió la puerta a la posibilidad de postularse como diputado en el próximo periodo legislativo. Aunque inicialmente no había considerado la idea, Chaves respondió a la consulta de la periodista diciendo que «no es una idea descabellada». Esta declaración ha generado debate en la opinión pública, ya que un eventual escenario implicaría que el presidente deje su cargo seis meses antes del término de su mandato para poder aspirar a una curul en la Asamblea Legislativa.
El comentario del mandatario ha suscitado diversas opiniones, tanto en la arena política como entre los ciudadanos, quienes analizan las posibles implicaciones de tal decisión. De concretarse, Chaves podría integrarse al órgano legislativo en el periodo 2026-2030, lo cual representa un movimiento inusual en la política costarricense, donde no es común que un expresidente aspire a un puesto legislativo.
La postura del presidente, aunque todavía no definitiva, invita a reflexionar sobre los roles que pueden desempeñar los exmandatarios en el ámbito político nacional. Con un enfoque en su legado y el impacto de su administración, Chaves podría estar considerando una continuidad de su trabajo desde el legislativo.
