En un discurso profundamente reflexivo y dirigido a la nación de Costa Rica, el Presidente Rodrigo Chaves ha brindado un extenso informe sobre los dos primeros años de su administración, poniendo un fuerte énfasis en los logros alcanzados y los desafíos que todavía enfrenta el país bajo su liderazgo.
Inició su intervención destacando el comienzo de un cambio revolucionario desde que asumió el cargo, un cambio enfocado principalmente en erradicar la corrupción de las estructuras gubernamentales y en redistribuir la prosperidad entre todos los costarricenses, garantizando así un beneficio equitativo para toda la población.
En términos de progreso económico, el Presidente resaltó que bajo su gobierno se ha observado un crecimiento económico robusto, lo cual se refleja no solo en el incremento del PIB sino también en un superávit fiscal notable. Este último, según explicó, ha sido superior al del año pasado, demostrando la eficacia de las políticas fiscales implementadas.
Adicionalmente, mencionó mejoras significativas respecto a la calificación de la deuda nacional, lo cual indica un reconocimiento internacional a la estabilidad y buena gestión económica del país.
El mandatario también subrayó los esfuerzos realizados en materia social y económica para avanzar hacia una Costa Rica más inclusiva y equitativa. Dio detalles sobre los avances logrados en la reducción del desempleo y en la lucha contra la desigualdad de género, mencionando que Costa Rica ahora se posiciona como el tercer país con la menor brecha salarial entre hombres y mujeres. La mejora en la calidad del empleo y la reducción de la pobreza fueron otros puntos sujetos a su análisis, resaltando las políticas orientadas a elevar el nivel de vida de todos los ciudadanos.
En su discurso, el Presidente condenó firmemente la manipulación de las instituciones para beneficios particulares y criticó la injusta distribución de la riqueza que aún prevalece en ciertos sectores. Esa postura la reforzó anunciando una serie de iniciativas destinadas a mejorar la seguridad pública, que incluyen la mejora en la infraestructura policial y estrategias renovadas para combatir el narcotráfico, un mal que ha enfrentado obstáculos significativos, incluidos algunos inexplicables provenientes de la propia Contraloría General de la República.
Además, abordó la gestión de la crisis migratoria, un desafío creciente debido al flujo migratorio que pasa por el país. En este punto, destacó la formación de alianzas regionales como una estrategia clave para abordar este fenómeno de manera eficaz y respetuosa.
Con un compromiso firme, aseguró que continuará trabajando incansablemente por una nación próspera, segura y justa para todos, reafirmando su dedicación a fortalecer las estructuras democráticas del país y a mantener la valoración internacional positiva de la deuda nacional, pasando de emitir bonos considerados basura a ser un país con deuda bien valorada.
Este discurso no solo reitera su dedicación y plan de acción hacia los próximos años, sino que también recalca la fuerte democracia de Costa Rica, que sigue siendo un ejemplo a nivel mundial, y subraya la necesidad de que los ocupantes de puestos públicos actúen como verdaderos representantes de las instituciones y no como benefactores de intereses personales.
