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El gobierno costarricense se encuentra en estado de alarma ante la falta de avances en el proyecto de ley que propone la implementación de jornadas laborales 4×3. La ministra de la Presidencia, Laura Fernández, expresó la preocupación del Ejecutivo, señalando que el retraso en la aprobación de esta reforma podría llevar a que varias empresas decidan trasladar sus operaciones fuera del país.
Según Fernández, la medida es crucial para mantener la competitividad y evitar un éxodo empresarial que podría tener graves consecuencias para la economía nacional. Este proyecto, que propone cuatro días de trabajo por tres de descanso, ha sido un tema de debate intenso en los últimos meses, y su falta de progreso ha generado incertidumbre tanto en el sector privado como en el público.
