En este discurso en la Asamblea Legislativa de Costa Rica, su presidente Rodrigo Arias, destacó una serie de temas esenciales en el contexto de la política de Costa Rica, coincidiendo con la celebración del 75 aniversario de la Constitución Política del país.
A lo largo de su intervención, subrayó con vehemencia la trascendencia de adherirse firmemente a los principios de la ley, un pilar fundamental para la gobernanza efectiva y justa. Este principio resulta crucial, especialmente para garantizar la integridad y la responsabilidad de los funcionarios públicos en el ejercicio de sus deberes.
Además, reconoció los esfuerzos continuos del gobierno para simplificar y eliminar los trámites administrativos superfluos, un paso considerado esencial para facilitar las operaciones comerciales y mejorar la eficiencia gubernamental. Esta medida busca aliviar la carga burocrática sobre los ciudadanos y empresas, potenciando así la economía nacional y la participación ciudadana en los procesos democráticos.
La seguridad ciudadana fue otro de los puntos clave tratados en el discurso, mencionando las iniciativas gubernamentales orientadas a fortalecer este aspecto fundamental para el bienestar social. A pesar de estas medidas, el orador expresó una profunda preocupación por la actual situación social y económica de Costa Rica.
Destacó el deterioro alarmante de los indicadores sociales, con un incremento notable en los niveles de pobreza y desigualdad, lo cual señala un desafío mayor para las políticas públicas actuales que parecen no estar del todo alineadas con las necesidades sociales prioritarias.
La inversión en programas sociales y educativos fue destacada como una área que ha sufrido recortes significativos, lo cual tiene un impacto directo y negativo en el futuro de la juventud y la cohesión social. Estos recortes no solo amenazan la calidad de la educación sino que también reducen las oportunidades para que los sectores más vulnerables de la sociedad mejoren su calidad de vida y participen equitativamente en el crecimiento económico.
Finalmente, el discurso culminó con un llamado a la unidad y colaboración entre los diferentes poderes del estado. Se hizo un especial rechazo a la utilización del referéndum como herramienta para promover agendas políticas divisivas. Arias extendió un gesto de apertura al diálogo, ofreciendo su mano en un simbolismo de compromiso y cooperación.
