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Rodrigo Chaves, presidente de Costa Rica, defendió públicamente a Marta Esquivel, asegurando que no cometió ningún delito y que su detención fue innecesaria y desproporcionada. Según Chaves, el contrato investigado nunca fue adjudicado, por lo que no ha habido afectación a las finanzas públicas. Afirmó que la Fiscalía ha actuado de manera precipitada, deteniendo a Esquivel sin pruebas claras y tratándola como si fuera una delincuente de alta peligrosidad.
Chaves también cuestionó la fundamentación del caso, destacando que la Contraloría General de la República aún no ha emitido un fallo definitivo sobre la adjudicación del contrato. El presidente criticó el enfoque de la Fiscalía de detener primero y luego investigar, calificando esto como una violación a los principios básicos de justicia.
