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La FIFA ha anunciado oficialmente a Arabia Saudita como sede de la Copa Mundial de Fútbol 2034, convirtiéndose en el segundo país del Medio Oriente en albergar el evento, después de Qatar en 2022. Sin embargo, esta designación no ha estado exenta de polémicas debido a preocupaciones sobre derechos humanos, trato hacia las mujeres y la comunidad LGBTQ+, y los desafíos de infraestructura y logística necesarios para un evento de esta magnitud.
El proceso de selección de la sede fue inusualmente breve, con apenas 26 días para que los países interesados presentaran sus propuestas. Arabia Saudita emergió como el único candidato después de que otros posibles contendientes, como Australia, decidieran no continuar con sus candidaturas. Incluso Indonesia, que inicialmente consideró competir, optó por respaldar la propuesta saudita.
Desde el anuncio, se han levantado críticas sobre cómo se desarrolló el proceso de selección. La Federación Noruega de Fútbol expresó su desacuerdo, señalando que la asignación no cumplió con principios de transparencia ni gobernanza sólida. Según Lise Klaveness, presidenta de la Federación, abstenerse de votar fue una forma de protestar contra la falta de claridad en las decisiones de la FIFA.
Un aspecto crucial que sigue sin definirse es el calendario del torneo. Debido a las altas temperaturas del verano saudita, las fechas más probables para la competición serían entre octubre y abril. Esto podría coincidir con el Ramadán y la peregrinación anual del Hajj, eventos religiosos importantes en el país que representan desafíos logísticos y culturales adicionales.
Arabia Saudita también enfrenta la tarea de construir estadios y mejorar la infraestructura para recibir a miles de aficionados de todo el mundo. La experiencia de Qatar 2022, marcada por el lujo pero también por críticas sobre derechos laborales, servirá como referencia para este nuevo anfitrión.
A pesar de las controversias, figuras clave de las asociaciones de fútbol en Asia han mostrado su respaldo, destacando la importancia de una región unida para organizar eventos de esta magnitud. Según la FIFA, Arabia Saudita tiene el potencial de ofrecer una experiencia única, aunque todavía queda mucho por resolver.