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El Cónclave que elegirá al sucesor del Papa Francisco está por comenzar, marcando un momento crucial para el futuro de la Iglesia Católica. Con 133 cardenales con derecho a voto —todos menores de 80 años—, la elección del próximo pontífice será un proceso riguroso y secreto, llevado a cabo en la Capilla Sixtina bajo estrictas medidas de aislamiento.
Mientras la fumata blanca anuncie la decisión final, el mundo observa con atención a los principales candidatos que podrían liderar la Iglesia en los próximos años. Entre ellos, destacan figuras clave que representan diferentes visiones dentro del catolicismo, desde continuadores del legado reformista de Francisco hasta líderes más conservadores.
Los favoritos: continuidad y cambio
1. Robert Francis Prevost (USA, 69 años)
El cardenal, quien es miembro de la Orden de San Agustín, se asemeja a Francisco en su compromiso con los pobres y los migrantes. Descrito a menudo como reservado y discreto, el cardenal Prevost se apartaría estilísticamente de Francisco. Sus partidarios dicen que lo más probable es que continuara el proceso consultivo iniciado por Francisco para invitar a los laicos a reunirse con los obispos.
2. Luis Antonio Tagle (Filipinas, 67 años)
Apodado el «Francisco asiático», Tagle es un líder carismático y cercano a los pobres. Su enfoque pastoral y su defensa de los marginados lo han convertido en uno de los favoritos progresistas. Sin embargo, ha enfrentado críticas por su manejo de los abusos sexuales en Filipinas y su tibieza ante la guerra contra las drogas del expresidente Rodrigo Duterte.
3. Matteo Zuppi (Italia, 69 años)
Arzobispo de Bolonia y cercano a la Comunidad de Sant’Egidio, Zuppi es un firme defensor de los migrantes y los derechos sociales. Su estilo humilde y su compromiso con el diálogo interreligioso lo alinean con el legado de Francisco, aunque algunos temen que su vinculación con Sant’Egidio pueda influir demasiado en su pontificado.
4. Pierbattista Pizzaballa (Italia, 60 años)
Patriarca latino de Jerusalén, Pizzaballa ha ganado relevancia por su labor en Medio Oriente, incluyendo su ofrecimiento de ser intercambiado como rehén por niños secuestrados en Gaza. Su experiencia en zonas de conflicto y su perfil conciliador lo posicionan como un candidato fuerte, aunque su falta de experiencia en el Vaticano podría jugar en su contra.
Segundas opciones: perfiles influyentes
5. Jean-Marc Aveline (Francia, 66 años)
Arzobispo de Marsella, Aveline es un promotor del diálogo interreligioso en una ciudad multicultural. Aunque menos conocido que otros, su estilo sencillo y su enfoque pastoral lo acercan al modelo de Francisco.
6. Fridolin Ambongo (República Democrática del Congo, 65 años)
Un líder africano con fuerte influencia en el continente, Ambongo ha apoyado la sinodalidad pero mantiene posturas conservadoras en temas morales. Su elección marcaría un hito como el primer papa africano en la era moderna.
7. Peter Turkson (Ghana, 76 años)
Aunque su estrella ha decaído tras su renuncia a un alto cargo vaticano, Turkson sigue siendo una voz importante en justicia social y ecología. Su experiencia global lo mantiene en la conversación, aunque con menos fuerza que antes.
Outsiders que podrían sorprender
8. José Tolentino de Mendonça (Portugal, 59 años)
Poeta y teólogo, Tolentino representa un puente entre la fe y la cultura contemporánea. Su perfil intelectual podría atraer a cardenales que buscan un papa más reflexivo.
9. Seán O’Malley (EE.UU., 80 años)
Aunque técnicamente no puede votar, su liderazgo en la lucha contra los abusos sexuales y su cercanía a Francisco lo hacen una figura respetada. Sin embargo, la tradición sugiere que es poco probable un papa estadounidense.
10. Péter Erdő (Hungría, 73 años)
Un candidato conservador que podría atraer a los sectores tradicionalistas. Su firmeza en temas doctrinales lo diferencia claramente de la línea de Francisco.
¿Qué esperar del Cónclave?
El próximo papa enfrentará desafíos cruciales: la reforma interna de la Iglesia, los escándalos de abusos, el diálogo con culturas no occidentales y la creciente secularización en Europa y América.
Aunque los favoritos apuntan a una continuidad del pontificado de Francisco, el Cónclave siempre puede deparar sorpresas. La elección final dependerá de las alianzas entre facciones y de si los cardenales buscan un líder reformista, un diplomático o un pastor cercano a los fieles.
Una cosa es segura: el humo blanco marcará el inicio de una nueva era para los 1.300 millones de católicos del mundo.
