Escucha la noticia:
El nuevo estudio técnico de la ruta más importante de Costa Rica revela deficiencias de superficie y urge modernizar el sistema de gestión vial.
La más reciente evaluación del Laboratorio Nacional de Materiales y Modelos Estructurales (LanammeUCR) confirmó que el 92% de la red vial de alta capacidad en Costa Rica puede preservarse con intervenciones de bajo costo. Se trata de más de 1.800 kilómetros evaluados, el 32% de la red nacional, que representan la columna vertebral del comercio, el turismo y la conexión entre fronteras.
Red vital, pero con superficies resbalosas y sistema obsoleto
El estudio, que inició en 2024 y fue compartido recientemente con el Gobierno, encontró que aunque la condición estructural de la mayoría de las carreteras es buena, su superficie no lo es. “Más del 45% de los tramos presentan condiciones deslizantes y un 24% son catalogados como muy deslizantes. Eso incrementa el riesgo para los conductores, especialmente en temporada lluviosa”, indicó el informe.
Además, se evidenció un sistema desactualizado para medir la inversión y planificación en infraestructura. “La tecnología y las herramientas que usamos están quedándose cortas. Necesitamos un sistema moderno de gestión de activos viales, uno robusto y en tiempo real que permita tomar decisiones eficientes”, recomendaron los especialistas de Lanamme.
Se puede mantener, pero hay que invertir
Las recomendaciones apuntan a actuar rápido. Según LanammeUCR, el 93% de las rutas solo requiere mantenimiento de preservación, como sellado de grietas y tratamiento superficial. Apenas un 6% necesita mejorar el índice de regularidad (IRI), que impacta directamente en la seguridad y comodidad del viaje.
“El mantenimiento actual ha sido efectivo, pero si no se moderniza el sistema de inversión, podríamos perder lo ganado”, advirtieron los voceros del laboratorio. El informe también insistió en modernizar el sistema de pagos, cerrar brechas tecnológicas y aumentar la inversión en personal calificado. Actualmente, Costa Rica invierte menos del 1% en tecnología para activos viales, lo que limita las mejoras a nivel nacional.
Aunque las bases estructurales están bien, el país enfrenta una deuda en mantenimiento funcional y gestión moderna. La red vial puede sostenerse con acciones concretas, siempre y cuando se modernicen las herramientas y se ejecuten inversiones inteligentes.