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El exministro de Obras Públicas y Transportes, Luis Amador, enfrenta una denuncia penal presentada por el abogado Raúl Muñoz por supuesta conspiración y traición a la patria. La denuncia fue interpuesta este lunes ante los Tribunales de Justicia de Goicoechea, luego de la divulgación de unos polémicos audios revelados por Noticias Trivisión, en los que Amador presuntamente discute un plan para declarar al presidente Rodrigo Chaves como emocionalmente inestable, lo que podría desembocar en su destitución.
Muñoz, quien tiene más de 30 años de experiencia en la abogacía, explicó que la denuncia se basa en los audios que supuestamente capturan a Amador mencionando nombres de diputados y figuras públicas que habrían participado en una posible conspiración para destituir al presidente. Según Muñoz, el plan de Amador no solo busca remover al presidente del cargo, sino que representa una amenaza directa al orden constitucional del país. “Estas cosas en Costa Rica parecen que no suceden, pero están sucediendo”, afirmó el abogado.
En su denuncia, Muñoz hace referencia al artículo de la Constitución Política que permite la destitución de un presidente por razones de salud mental, pero subraya que este procedimiento solo puede aplicarse en situaciones reales, no como una estrategia política. “Ya como una estrategia, como un montaje, estamos ante un delito, ante la posibilidad de traición y conspiración”, explicó Muñoz durante su entrevista con Noticias Trivisión.
Muñoz, además, criticó duramente la posibilidad de que funcionarios públicos, incluyendo diputados, estén involucrados en el supuesto complot para derrocar al presidente Chaves. En los audios, según el abogado, se mencionan los nombres de figuras como Melina Ajoy y Gerardo Vargas, además de empresas como Toyota y medios de comunicación como Teletica, lo que plantea la posibilidad de una red más amplia de conspiradores.
Reacción del presidente Rodrigo Chaves
Horas después de la denuncia, el presidente de la República, Rodrigo Chaves, se refirió a la situación en una actividad pública en el Hospital Nacional de Niños. Chaves calificó los audios como una confirmación de la necesidad de haber destituido a Luis Amador antes de que causara más daño. «Es providencial… esos audios confirman que hice lo correcto al sacar a Luis Amador del gobierno», comentó Chaves.
El presidente se mostró firme en su respuesta, afirmando que su salud mental está en perfecto estado, desestimando los intentos de desacreditarlo por esta vía. Además, Chaves insinuó que hay actores externos que podrían estar colaborando para desestabilizar su gobierno, mencionando que no es la primera vez que recibe amenazas, incluyendo un llamado público a asesinarlo. “Pueblo de Costa Rica, yo, gracias a Dios, gozo de una mente muy clara, muy firme. Y por eso estoy dando la lucha que estoy dando”, declaró Chaves.
Chaves también denunció lo que calificó como la falta de acción ante amenazas anteriores, mencionando casos como el de una persona que llamó a asesinarlo con francotiradores, pero que no ha enfrentado consecuencias debido a sus conexiones familiares.
La gravedad de la denuncia y el futuro de Amador
La denuncia presentada por Raúl Muñoz coloca a Luis Amador en una posición delicada, ya que la acusación incluye delitos graves como conspiración, traición a la patria y asociación ilícita. Aunque Amador no ha negado públicamente la autenticidad de los audios, ha señalado que las conversaciones fueron sacadas de contexto. Sin embargo, el hecho de que no los haya desmentido ha sido interpretado por Muñoz como una admisión tácita de su responsabilidad.
Muñoz advirtió sobre los peligros de dejar que este tipo de acciones pasen desapercibidas, enfatizando que la democracia costarricense es tan delicada como las alas de una mariposa y que cualquier intento de alterarla debe ser tomado en serio desde el principio. “Lo que necesitamos es que el presidente de la República, sea quien sea, complete su mandato”, concluyó.
La denuncia ahora está en manos de las autoridades judiciales, que deberán investigar la veracidad de los audios y determinar si hay una base legal para continuar con el proceso penal contra Amador y otros posibles involucrados. En su declaración, Muñoz también lanzó un desafío a aquellos que intentan utilizar el argumento de la inestabilidad mental como una táctica política: “Yo quiero ver cuál abogado, cuál psiquiatra se atreve a montar ese caso.”
Este caso pone de manifiesto la profunda división y el clima de tensión política que atraviesa Costa Rica. La denuncia por traición y conspiración presentada contra un exministro es un hecho sin precedentes, que refleja no solo la importancia de los audios revelados, sino también la necesidad de investigar a fondo las dinámicas internas de poder que podrían estar en juego.
Mientras el país espera los resultados de la investigación judicial, la figura de Luis Amador continúa en el ojo del huracán. Su futuro político y legal está en juego, y las respuestas que ofrezca en los próximos días serán clave para esclarecer la situación. La repercusión de estos audios y la denuncia podría tener implicaciones de largo alcance en el ámbito político costarricense, con posibles consecuencias para aquellos que se mencionan en las grabaciones.